jueves, 9 de septiembre de 2010

RELAJA Y CUIDA TUS PIES


No hay algo más sexy que los pies de una Mujer, pero, Más del 80% de la población sufre algún problema en ellos, ya que se trata de una de las partes más descuidadas de nuestro cuerpo. Su cuidado reviste una especial importancia, pues son ellos los que soportan cada día nuestro peso corporal.

La elección de un buen calzado es fundamental. Debe ser de piel, para que nuestros pies puedan transpirar, y cómodo. Siempre hay que elegir un zapato adecuado a la horma de nuestro pie y evitar las puntas estrechas, que son las grandes responsables de la aparición de juanetes. La mejor manera de comprar zapatos, es probarse ambos, con medias o calcetines, andar y mover el pie cuanto sea necesario para comprobar que son cómodos. Si no es así, lo mejor es no comprarlos. No hay que olvidar que siempre ha de quedar un centímetro y medio entre el extremo del dedo más largo y el del zapato.

Si se trata de comprar zapatillas deportivas, el mejor truco es doblar la punta sobre el talón. Si como mucho se consigue doblarlas una tercera parte, es que cuentan con la flexibilidad adecuada. Si al retorcerlas como cuando se estruja un paño no hay problema, quiere decir que poseen buena estabilidad lateral, y que no favorecerán las torceduras. En verano debemos utilizar, en la medida de lo posible, sandalias para asegurar así que nuestros pies tengan una buena transpiración. Es muy recomendable cambiar de calzado varias veces al día, alternando diferentes alturas del tacón.

Es conveniente lavar a diario los pies y secar bien los dedos, así como cortar regularmente las uñas, siempre rectas, para evitar que se encarnen. También es aconsejable espolvorearlos con talco. Hay que utilizar siempre medias o calcetines de fibras naturales y cambiarlos a diario, ya que aparte de impregnarse del olor de nuestros pies, se ponen tiesos y luego rozan la piel.

Lo mejor, andar descalza
El mejor ejercicio para nuestros pies es andar descalzo, ya sea por casa, sobre el césped o en la arena de la playa. Otras opciones son andar de puntillas, saltar a la comba, mover los dedos y hacer rotaciones de tobillo, o intentar coger objetos con los pies. Un ejercicio muy bueno y que proporciona un agradable masaje es hacer rodar una pelota de tenis bajo los pies desde la punta de los dedos hasta el talón.

Después del baño se debería aprovechar la ocasión para limar con cuidado todas las callosidades con la piedra pómez. Para finalizar es conveniente darse un masaje con crema hidratante o aceite corporal, tanto en los pies como en las uñas. Pero si a pesar de estos cuidados, los pies siguen estando doloridos a causa de las temperaturas elevadas o como consecuencia de la jornada laboral, lo mejor es darse un masaje, durante diez días y siempre por la mañana, de dos minutos de duración aproximadamente y con aceite de oliva.

En el caso de que el problema sean los sabañones, se pueden mejorar realizando un baño de pies durante 15 o 20 minutos en agua caliente, a la que se debe añadir un par de cucharaditas de mostaza inglesa. Pero cuando se trata de verrugas, callos, juanetes o uñeros, lo que se debe hacer es acudir a un especialista, ya que recurrir a lociones o ungüentos, o cortar las callosidades por cuenta propia puede perjudicar los pies, más que favorecerlos.

Otra de las enfermedades más graves con la que nos encontramos es el llamado pie de atleta, una infección causada por hongos que produce picazón y grietas en la piel. Puede aparecer como si fueran pequeñas ampollas o descamación de la piel. Es una enfermedad contagiosa y se puede contraer simplemente al estar en contacto con el piso de los baños públicos, por ejemplo. Para prevenir, lo mejor es usar sandalias y acudir cuanto antes al especialista.

El truco de los guisantes
Para devolver a nuestros pies la flexibilidad que tenían antaño, podemos recurrir al truco de los guisantes. Dado que no siempre podemos caminar descalzos sobre los guijarros que se encuentran a la orilla de un río, lo que constituye el ejercicio principal para fortalecer nuestros pies, en su defecto podemos poner en el fondo de las zapatillas de andar por casa unos pocos guisantes secos, garbanzos o piedrecillas pulidas y caminar con ellas unos diez minutos al día. Entre otras ventajas, lograremos aumentar las defensas contra los catarros y otras enfermedades respiratorias.

El masaje es otra buena opción. La manera de hacerlo podría ser friccionando cada dedo por separado y flexionándolo a la vez desde la uña a la base, para pasar luego a masajear con el pulgar la planta mediante movimientos fuertes y enérgicos desde los dedos y hasta el talón.

Otra posibilidad, en caso de permanecer todo el día sentado, es guardar bajo la mesa del despacho un par de pelotas de tenis y aprovechar cuando el jefe no nos ve para descalzarnos y presionar esas pelotas con ambos pies, a lo largo y ancho de las plantas, durante diez minutos. De ese modo se activa la circulación sanguínea y se fortalecen sus pies.

Por lo que respecta a las uñas de los dedos de los pies, requieren cuidados similares a las de las manos. Una pedicura bien hecha mantendrá los pies sanos, limpios y, sobre todo, bonitos. Primero hay que cortar y limar las uñas en cuadrado para que no se encarnen. Luego, ablandar las durezas y los pellejitos con una crema hidratante, y a continuación es conveniente retirar las cutículas hacia atrás, pero sin cortarlas. Siguiendo estos pasos conseguiremos una pedicura perfecta que dejará nuestros pies sanos y bonitos.

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